A pesar de ser una raza que desciende de
ejemplares usados para caza mayor (osos, jabalíes…), nada de esta bravura
salvaje quedó en el bóxer de hoy. La crianza fue apuntando a lograr un perro
guardián y protector con todas las aptitudes de un miembro más de la familia. Se logró un perro de una gran estabilidad emocional, muy adaptable a la vida familiar. Sobre todo el Bóxer Americano, que es mucho más ágil, liviano y bonachón que su
par alemán.
Hoy, el bóxer es un perro casero, y extremadamente niñero. Son perros
muy estables en su carácter, dóciles y de muy fácil adiestramiento si se comienza desde cachorro, como es
recomendable en cualquier raza.
No tolera
la soledad, por eso es el miembro ideal para una familia tipo. Esta raza tiende
a cuidar de los miembros más débiles del grupo, por lo que se lleva muy bien
con los niños. Es el Peter Pan de los perros, será juguetón hasta que su vejez se lo impida.
El bóxer no es
una raza agresiva, pero tampoco tímida. Siempre interactúa de manera amistosa,
pero es un perro guardián y sabe reconocer el peligro. Es muy importante
socializarlo y disciplinarlo desde cachorro, para evitar inconvenientes y tener
un compañero del que toda la familia pueda disfrutar.
Es alegre,
juguetón y confiado, pero con un fuerte sentido de presa, que no perderá nunca.
Esta raza cuenta con verdaderos y fieles fanáticos por todo el mundo. Para ellos,
no hay raza más completa y familiar que el bóxer.
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